domingo, 17 de julio de 2016

LAGOS DE ALBA

14 de Julio. Llego al parking de los Baños de Benasque con escasamente 7 grados, y eso que no he madrugado. Está entrando algo de viento de norte y eso aquí se nota. Así que nada, camiseta de manga larga y el chubasquero como cortavientos, que no hay que tontear.
Desde aquí sale un ramal de la senda GR-11 hacia el Hospital de Benasque y la Renclusa, que será nuestro inicio de ruta. Enfrente tenemos el Turonet de Alba y un colladito a su derecha. Allí vamos.



Es una suave pendiente por el canchal que seguiremos hasta encontrarnos con el barranco que baja desde el Turonet. 


En este punto giramos a la derecha abandonando la GR-11.5 para encarar la ladera con decisión.



Hay momentos en que la senda se "multiplica", pero las marcas en las rocas nos indican la correcta.


Ganamos altura rápidamente y a nuestra espalda se abre el valle de Literola.


El camino es francamente empinado, queda a resguardo del viento y ya sobra ropa.


Hay varios puntos en los que es preciso hacer pequeñas trepadas y que se han equipado con cadenas que nos facilitan la sujección, sobre todo en la bajada.


Bajada en la que, por cierto, hay que tener precaución por un eventual resbalón que tendría consecuencias bastante más allá de un culazo.


En unos 45 minutos llegamos al collado y el escenario cambia por completo. Echando la vista atrás vemos el valle con los Baños de Benasque y más allá el embalse de Paso Nuevo. Al fondo la sierra de Chía.


Cruzando el collado vemos que un poco más abajo la senda se vuelve a encaramar por la ladera derecha.




Seguimos ascendiendo con Mall Pintrat a nuestra espalda. Y bajo él, Remuñe.


Antes de llegar al primer lago, ya encontramos alguna pista de lo que tenemos bajo los pies. Aunque no se aprecie muy bien, esto es un sumidero propio de formaciones kársticas. También se ve alguna roca con estructura de lapiaz.


Y por fin, en alrededor de una hora y 10 minutos, llegamos al primer lago.




Desde el collado ya no hemos remontado ningún barranco, y es que las aguas de los lagos se pierden bajo tierra en un rio subterráneo para reaparecer casi a nivel del rio Esera en las Fuens de Alba. Como Aigualluts, pero en pequeño.



Para seguir el ascenso, bordearemos el lago atravesando el canchal de la izquierda y de nuevo hacia arriba siguiendo los hitos de piedras.


En principio seguimos un regato de agua para luego girar a la derecha,




pero yo sigo recto un poco más arriba por la pedrera a buscar las cascaditas de ese agua que, si no la llevo al lado, la oigo bajo mis pies.




El lago ya va quedando abajo...


... y el entorno es precioso.


¡Vaya! Parece que con la edad no mejoro.
Entretenido con paisajes y fotos hace rato que he perdido la senda. Bueno, el tercer lago (pues no se pasa por el segundo) tiene que estar un poco más arriba a mi derecha.
Y efectivamente, tras una buena ración extra de pedrera y en dos horas 45 minutos, asomo ¡¡unos 50 ó 100 metros sobre el lago!!
En fin, cada día más listo.


Parte de la cresta de Alba y su brecha.
Impresionante.


Tras un rato de placer contemplativo, habrá que emprender el regreso, esta vez por mejor terreno, siguiendo la senda marcada con hitos.


A nuestra izquierda, un poco apartado, podemos ver el segundo lago. 


Y poco más queda que seguir el descenso hacia el valle donde nos reencontraremos con el viento de norte, del que esta excursión queda bien resguardada.


Os dejo el enlace a wikiloc donde podéis ver el mapa y el perfil de la excursión que, por supuesto, no cuesta 3 días, 6 horas y 50 minutos como allí dice.














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